La rueda de los cielos rauda gira
aun después de mi muerte y de la tuya;
y porque nuestra pena no concluya,
contra tu alma y mi alma ella conspira.
Ven sobre el verde césped, dulce Amor,
reposa en mí tu frente pensativa;
sólo nos resta una hora fugitiva
de descansar sobre esta hierba en flor .
Después... vendrá otra hierba aún más fresca
del suelo que de amor se fertiliza,
cuando de tu ceniza y mi ceniza
la nueva savia en su eclosión florezca.
(Omar Khayyam)
viernes, 16 de abril de 2010
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1 comentario:
Picnic, por favor, en los lagos del norte con aceite del sur.
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