No se me ocurre mejor manera de celebrarlo que con un Desayuno Cultivado. Hay que ver con la cantidad de olivos que hay en esta tierra ya podían tomar nota en los restaurantes y hoteles de la importancia de ofrecer aceites de calidad, señores hay que preparar y acicalar el estómado como Dios manda desde por la mañana. Un pan recien salido del horno y un aceite elaborado con cariño y tesón es lo mínimo que deberíamos pedir. No esos aceites que pululan en las mesas de esta tierra. En fin, no nos pongamos serios en un día festivo pues no vale la pena ni es el enfado el estilo de los cultivados. Seguiremos llevando nuestro aceite allí donde se demande la calidad y se apremie la belleza de la vida, como la que vemos en estas dos arbequinitas de Santa Ana.
Hoy me complace tambien rescatar este acertado texto de Ortega y Gasset, hombre del norte que tan bien comprendió este sur español, con sus virtudes y sus defectos:
http://es.wikisource.org/wiki/Teor%C3%ADa_de_Andaluc%C3%ADa:_El_ideal_vegetativo
Feliz 28-F a los de aquí y a los de allá, ni que las fronteras fueran reales.
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